Es conveniente dimensionar las perdidas por ratas en granos y alimentos almacenados, para cuyo efecto es interesante examinar su impresionante capacidad de reproducción. El periodo de gestación dura aproximadamente de 21 a 25 días, dando lugar a una cría de 7 a 12 (a veces hasta 20). Una hembra puede tener de seis a doce crías por año. En condiciones ideales una pareja de ratas puede tener varias centenas de descendientes inmediatos (de primera generación) durante su vida.
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Ratas. Problema de plaga agrícola
En muchos países, lugares con especies de ratas autóctonas y que antes se mantenían a un nivel poblacional de estos roedores constante, se han visto afectadas por el repentino desajuste en el equilibrio ecológico ocasionando por dos factores básicos (1) la deforestación de la zona y el cultivo extensivo de alimentos y (2) la eliminación de gran parte de los depredadores naturales de las ratas (gavilanes, culebras).
Si una rata consume en promedio 40 gr de alimento al día, es decir 80 gr por pareja, al cabo de un año suma la ingesta de 30 kg de alimentos, sin tener en cuenta el efecto multiplicador de la descendencia. En un año una pareja de ratas habrá hecho cerca de 50 mil deposiciones de heces, y por lo menos 12 litros de orina, cosa que multiplica la contaminación primaria.
Hay una amplia gama de enfermedades transmitidas a través de microorganismos patógenos a varios animales y otras dolencias ocasionadas por mordeduras directas o transmitidas por la orina o excretas, además de sus parásitos internos y externos.
Los dientes incisivos de las ratas son de crecimiento continuo, obligándolas a roer continuamente, causando daño de materiales como madera, bolsas, ladrillos, plástico, etc., pudiendo hasta romper tuberías de plomo y cables eléctricos.
Viven en colonias donde acumulan comida, poseen una gran agilidad, que les permite acceso a los lugares más inesperados y son buenas nadadoras desde el segundo mes de vida, pudiendo nadar en redes cloacales.
Principales especies
Subfamilia Cricetinae:
constituida por las ratas y ratones de autóctonos de América que no tienen el aspecto típico de las “ratas”, como el caso de los hámster (Cricetus cricetus).
Subfamilia Murinae:
Son de origen euroasiático, traídos a América desde la época de la colonia y reforzados por nuevos influjos desde entonces
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Rattus norvegicus |
Rattus rattus |
Mus musculus |
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Rata noruega, también llamada rata parda. |
Rata común o de los tejados, con mayor capacidad para trepar y |
Ratón común. |
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HABITOS DE LAS PRINCIPALES ESPECIES
El éxito de cualquier programa de combate de roedores dependerá principalmente del conocimiento de los hábitos de las respectivas especies. Es importante conocer los hábitos de subir, alcanzando los puntos
altos de los depósitos, o de esconderse, cosa que sugiere la forma óptima de control.
RATA NORUEGA
La rata noruega tiene un cuerpo mayor y más fuerte que las otras especies. Cuando invade un área, puede fácilmente forzar a retirada a las demás. En áreas urbanas habita en cloacas, drenajes y en ductos subterráneos de cables eléctricos o telefónicos.
RATA DE LOS TEJADOS
Busca las alturas donde se siente más segura y a gusto, particularmente en la presencia de ratas noruegas. Son excelentes trepadores, capaces de alcanzar sitios «imposibles» cuando se trata de su alimentación o seguridad.
LOS RATONES
Los ratones en ambientes urbanos pertenecen a la especie Mus musculus. Una colonia de
ratones puede permanecer confinada en un costado de un depósito, o en el interior de una pila de sacos, sin dejar señales de actividad más allá de su pequeño mundo.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Un buen programa de control de ratas consiste en conocer las especies, cual de ellas es predominante, el lugar de reproducción y la intensidad de infestación.
Señales de infestación
En las partes externas de los edificios se distingue un camino no sólo liso, sino también exento de vegetación. En el interior de los depósitos la trayectoria se evidencia a través del polvillo y harinas
existentes normalmente en el suelo. También so indicadores los excrementos, los agujeros en sacos, bolsas y estructuras de madera.
Entre las medidas preventivas para el control de ratas en almacenes de cacao tenemos:
Eliminación de los refugios
Una de las principales medidas profilácticas es la eliminación de los refugios y escondites preferidos por las ratas:
- Toda vegetación alta alrededor de los depósitos, amontonamientos de basura, maderas, escombros y todos los escondites donde las ratas puedan abrigarse, deben ser eliminados .
- Se deben cerrar con cemento todos los agujeros, grietas y aberturas alrededor de los tubos y en las paredes. Los desagües, alcantarillas, respiraderos, aberturas para ventilación y ventanas deben ser protegidos con telas metálicas.
- Las rumas de sacos, en los depósitos, deben quedar suficientemente apartadas de las paredes.
- El empleo de plataformas de madera constituye uno de los principales factores que dificultan el combate de las ratas en un depósito ya que ofrecen condiciones óptimas para la plaga como refugio y fácil acceso a los alimentos.
Construcciones a prueba de ratas
- Los edificios para depósitos de cacao deberán tener un piso de por lo menos 7,5 cm de espesor de concreto, apoyándose directamente sobre el suelo.
- Las paredes deben ser de concreto o ladrillos, y estar revestidas con argamasa de cemento.
- Es conveniente que haya un lintel de 10 cm de espesor, y que se prolongue como mínimo 30 cm de la pared de mampostería.
- El edificio no debe tener techos rasos, tabiquerías, etc. que puedan servir de fácil vía de comunicación para las ratas. En el caso de tenerlos, debe buscarse la forma de hacerlos inaccesibles a las ratas por medio de telas metálicas u otras barreras apropiadas.
METODOS DE DESRATIZACION
La desratización no es simple y debe confiarse a personal competente a fin de lograr resultados positivos. El combate debe ser consistente y continuo, considerando la virtual imposibilidad de lograr una erradicación total, aun en un espacio pequeño.
Trampas
El combate de las ratas con trampas es recomendable en lugares donde el empleo de venenos puede ser riesgoso. Ofrece cierta eficacia cuando la operación se realiza con bastante habilidad. Es fundamental el uso del aparato adecuado y la buena calidad del cebo.
Las trampas que se encuentran en el mercado son de múltiples formas. La ratonera guillotina es la más común, y su eficacia se basa en la fuerza del resorte. Existen trampas en las que la rata entra por una abertura
que se cierra automáticamente y no deja que salga.
Los cebos deben ser frescos y renovarse diariamente. Los mejores lugares para colocar las trampas son junto a las paredes y detrás de objetos en lugares oscuros.
Cuando la ratonera permanece en un lugar determinado con el cebo, sin que se produzca una captura durante un tiempo, se puede pensar erróneamente que no hay ratas, debido a que las mismas se tornan rápidamente desconfiadas. Por lo tanto, hay que cambiar las trampas ratoneras de lugar.
Es necesaria la limpieza de la ratonera después de la captura, lavándola con detergentes para eliminar los olores que deja la rata después de capturada.
Trampas pegajosas
Estos dispositivos en forma de bandejas conteniendo un material pegajoso, o «pega» que el usuario puede aplicar sobre pedazos de cartón, son útiles donde es riesgoso hacer uso de venenos.
Una trampa pegajosa de buena calidad puede, en efecto, atrapar a una rata grande (noruega), la cual puede morir por el stress causado. Si la rata sigue con vida, es preciso matarla, sumergiéndola con su trampa pegajosa, en un balde de agua.
Las trampas pegajosas deben ser colocadas a lo largo de las rutas identificadas. Este método es útil cuando se trata de infestaciones muy ligeras o como coadyuvante en infestaciones más complejas.
Repelentes ultrasónicos
Un sistema ultrasónico correctamente diseñado e instalado ejerce una fuerte acción antagónica y desagradable (y por lo tanto, repelente) a nivel de un gran número de mamíferos, incluyendo las ratas siendo capaz de lograr la migración de una población de ratas del almacén.
Lo que no ha sido demostrado, es la consecuencia de estos repelentes a nivel de otros mamíferos, incluyendo los humanos. Se aconseja restringir el uso de emanaciones ultrasónicas a su expresión mínima, considerando sus posibles efectos nocivos a nivel de humanos y otros mamíferos.
Repelentes químicos
Hay sustancias que repelen a las ratas. Por ejemplo, ellas tienen aversión a la naftalina y al silicato de sodio al 37 por ciento. Algodón y aserrín tratados con una solución al 20 por ciento de sulfato de amonio, no son atacados por las ratas. Existen otras sustancias repelentes con olores persistentes. La fácil volatilización de algunas de estas sustancias puede impedir su empleo en la práctica.
Atrayentes sexuales
En algunos países se emplean extractos con la capacidad de atrayente sexual. Se dice que dichos extractos contienen feromonas sexuales de las ratas murinas. En todo caso, sirve para atraer las ratas hacia trampas o cebos raticidas.
Quimioesterilizantes
Se trata de productos raticidas que, a nivel de dosis subletales, son capaces de esterilizar a las ratas sobrevivientes de una campaña, evitando así el rebrote poblacional.
Raticidas
Se debe diferenciar entre venenos agudos y sustancias con acción retardada y/o necesitando ingestiones repetidas. Los raticidas pueden aplicarse en varias formas, como disueltos en agua para beber o incorporados en un cebo. El raticida «ideal» debe tener las siguientes propiedades:
- Ser altamente tóxico, en dosis pequeñas, para las ratas, pero de acción relativamente lenta para evitar que las ratas sepan relacionar la causa con el efecto.
- La muerte no debe ser violenta, para evitar sospechas a nivel de los sobrevivientes. La acción lenta de los anticoagulantes, resultando en una muerte sin sufrimiento agudo, parece ser la acción «ideal».
- Los raticidas deben ser obviamente letales para las ratas, pero de relativa baja toxicidad para humanos y los animales domésticos.
METODOS DE APLICACION DE RATICIDAS
Los cebos raticidas deben ser aplicados en forma tal que no estén al alcance de niños y animales domésticos, pero sí fácilmente asequibles a las ratas. Esto se logra por medio de «estaciones de cebo».
Las características deseables de una estación de cebo son las siguientes:
- Tener uno o dos agujeros (de preferencia dos) apenas suficientes para permitir la entrada de una rata noruega, es decir, vedando la entrada a perros y gatos.
- Tener un compartimiento interno separado donde se coloca el cebo. Así, el cebo queda separado del agujero por un tabique como medida de seguridad adicional, aprovechando que a las ratas les gustan los laberintos oscuros.
- Tener acceso fácil al sitio (compartimiento) donde se encuentra el cebo, con el fin de inspeccionarlo y reponer el faltante. Dicho acceso debe ser a prueba de niños, de preferencia protegido con un candado.
Para la ubicación de las estaciones de cebo es preciso estudiar con anterioridad las rutas por donde caminan las ratas e identificar los sitios donde se alimentan.
Los cebos formulados, es decir, los venenos o anticoagulantes mezclados con granos, harinas, pulpa de fruta, etc., no deben ser usados en áreas donde se almacenan alimentos (granos, cereales, nueces, papas, hongos, frutas, hortalizas, etc.) a granel, en vista del peligro de contaminación de estos alimentos y materias primas. En tales casos, se deben emplear cebos raticidas sólidos de un tamaño suficiente para impedir la posibilidad de contaminar los alimentos en cuestión. En este caso, los bloques parafinados ofrecen la solución.
Alrededor de centrales de beneficio, centros de acopio o plantas procesadoras de cacao
La colocación de raticidas alrededor de estas instalaciones, es decir, a la intemperie, no ofrece mayores problemas gracias a la disponibilidad de cebos raticidas en forma de bloques parafinados resistentes a la intemperie, pero conteniendo la justa dosis de atrayentes e ingredientes anticoagulantes activos. En estos ambientes no debe existir la posibilidad de acceso de un niño o de un animal doméstico al cebo raticida, puesto que esto constituiría una falta de seguridad.
A nivel de puertos, aeropuertos y procesadoras industriales
A este nivel, el control de ratas se simplifica al descartar la necesidad de emplear estaciones de cebo y precauciones relacionadas, destacándose ahora la necesidad de maximizar la eficiencia raticida. En este caso los bloques parafinados, se prestan para:
- La colocación a la intemperie, en cualquier sitio estratégico, sin preocuparse por las condiciones ambientales.
- La introducción de los bloques parafinados en la red del alcantarillado.
- La aplicación de los mismos a nivel de las canaletas y de los conductos eléctricos y telefónicos. Dichos conductos sirven de pasajes para la proliferación de las ratas, con el agravante de que ellas suelen
ocasionar serios daños a los aislantes de cables y de los equipos eléctricos propiamente dichos, ocasionando frecuentes corto-circuitos y fallas de equipos.
Es importante apreciar el alcance y la gravedad de este problema y tomar conciencia que la única manera de controlar su proliferación es adoptando las medidas necesarias para evitar ratas y ratones.
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